Hope Arts: Críticas

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miércoles, diciembre 07, 2005

Harry Potter y el Prisionero de Azkaban

HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN (HARRY POTTER AND THE PRISONER OF AZKABAN, EEUU – GB, 2004 Aventuras, 136 Minutos)
Dirección:
Alfonso Cuarón.
Guión: Steve Kloves.
Reparto: Daniel Radcliff, Emma Watson, Rupert Grint, Robbie Coltrane, Maggie Smith, Alan Rickman, Michael Gambon, Gary Oldman, Emma Thomson, Richard Griffiths.
Música: John Williams.

Valoración: 7/10

Parece cosa de magia como pasa el tiempo. Nuevamente comienza un curso en el castillo de Hogwarts y ya van tres. Después de la Piedra Filosofal y la Cámara Secreta, llega El Prisionero de Azkabán, nueva secuela de la exitosa saga del mago escrita por la británica J.K. Rowling, que ha sido capaz de crear un icono moderno con multitud de seguidores en todo el mundo. Aunque desde siempre se ha vendido a Potter como un producto para todos los públicos, en sus dos primeras entregas ha arrastrado un evidente hálito infantil.

Tal vez por eso, y en su deseo de ampliar miras y públicos, los productores han optado por un cambio de rumbo en esta tercera entrega. Si en las dos precedentes era Chris Columbus el que llevaba la batuta, Alfonso Cuarón se encarga de dirigir esta tercera y de orientar la saga hacia un ambiente más profundo y tenebroso. De esta forma no sólo está garantizada la presencia en las salas de unos seguidores que ven crecer a sus ídolos al mismo ritmo que ellos mismos, sino que abre las puertas a un público de mayor edad que podrá contemplar un inevitable giro hacia la madurez.

Durante este nuevo curso Harry deberá hacer frente a sus miedos más profundos, que toman forma en el prófugo Sirius Black y en sus siniestros perseguidores procedentes de la inexpugnable prisión de Azkaban: los Dementores, (así es como llaman en Gran Bretaña a los Nazgul). El joven mago descubrirá además tenebrosos secretos sobre la dolorosa muerte de sus padres, rodeado de nuevos personajes y apoyado siempre por sus fieles amigos.

Obviamente Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint repiten como cabezas de cartel. Es interesante contemplar como van madurando en su trabajo al mismo ritmo que crecen, demostrando que han sabido aprovechar la oportunidad de aprender del trabajo del elenco de actores más experimentados que les acompañan en cada uno de los episodios de la serie. Cada cual ha aprendido a sacar lo mejor de su alter ego, y en esta tercera parte empiezan a mostrar verdaderamente parte del potencial que pueden llegar a dar.

Únicamente ensombrece el trabajo del trío de jóvenes protagonistas la duda de si serán capaces de evitar padecer el mal hamiliano que amenaza a todos aquellos que participan en largas sagas. ¿Será capaz Radcliffe de desprenderse del endiosamiento de un personaje del peso mediático como Harry Potter? ¿Se librará Watson de los tics de niña listilla de los que hace continuamente gala Hermione? O mejor aún, ¿seremos nosotros capaces de verlos encarnando a otros personajes que no sean los que les han dado la fama?. Solo el tiempo lo dirá.

Además se han unido al reparto en esta entrega dos estrellas consagradas como Emma Thompson y Gary Oldman, que sin duda habrán contagiado al joven terceto protagonista una parte de su experiencia. El eterno villano Gary Oldman es Sirius Black, el prófugo de la prisión que da título a la película, mientras que Thompson se mete en la piel de una despistada profesora que da clases de premonición y videncia. Desgraciadamente el papel de ambos en esta entrega se limita a unas fugaces apariciones por parte de la inglesa y una tardía, e igualmente limitada, de Oldman, que sólo muestra sus enormes habilidades interpretativas en la parte final de la película.

Pero a pesar de un reparto de lujo, la verdadera estrella de la película es Alfonso Cuarón. Los productores han acertado de pleno en la elección del mexicano, que se ha hecho cargo de dar ese giro hacia la madurez tan necesario para la saga. Cuarón no sólo realiza una tarea sobresaliente como narrador, sino que consigue una lúgubre escenografía que casa a la perfección con la historia. Por si eso fuera poco convierte a la cámara en unos inquietos ojos que saciarán la curiosidad del espectador más exigente, combinando sabiamente belleza, espectacularidad y sencillez.

Curiosamente el trabajo del realizador centroamericano es más notable en la primera parte de la película, más cadenciosa y lenta que el apoteósico final, en la que los personajes desarrollan más las relaciones que los unen y sus propias personalidades. Es durante el retorcido final de la película donde más cuesta mantener la atención, ya que el truco usado es previsible y rebaja la dignidad de un guión cuidado hasta el extremo en otros aspectos. Sin duda la escena en la Casa de los Gritos es un desgraciado punto de inflexión que llega, además, en el peor momento.

Nada más y nada menos que John Williams compone la banda sonora de la película. Williams no puede ser descrito como menos que una leyenda viva del cine, creador de temas tan famosos como Indiana Jones, La Guerra de las Galaxias, Tiburón, Parque Jurásico o la Lista de Schindler. Compositor habitual de Steven Spielberg, el genio americano firma su tercer disco para la saga demostrando una vez más su incuestionable talento, con una música típica de filme de aventuras que consigue adecuar a las escenas de acción y terror con temas más contundentes. Sobresaliente trabajo de un auténtico mago del cine.

OK.: -La excelente lección de realización que imparte Alfonso Cuarón.
-El realismo evolutivo de todos los personajes, cada vez más atractivos.
-La adecuada visión más oscura y profunda que adquiere la saga en esta parte.
-Una soberbia fotografía, compañera imprescindible de la versión más sombría hasta ahora de las aventuras del joven mago.
-El trabajo cada vez más maduro del trío protagonista, secundado fielmente por el resto del reparto.
-Que a pesar del cambio de orientación siga manteniendo impoluta su identidad de auténtica película de aventuras.
-El asentamiento de los elementos propios de la saga en el conocimiento cinematográfico popular, tanto de fieles como de agnósticos del mago británico.
-Que sea capaz de resultar interesante y entretenida para todo tipo de públicos.
-La sorprendente caracterización de Michael Gambon como Dumbledore, clon perfecto del fallecido Richard Harris.
-La estupenda banda sonora obra del genial John Williams, leyenda viva de la música de cine.

K.O.: -La desaprovechada aparición de dos pesos pesados como Gary Oldman y Emma Thompson.
-Que la historia dependa demasiado del continuismo de la saga.
-La tópica solución a la trama, indigna de una película impecable en otros aspectos.
-Las súbitas apariciones de personajes en la injustificable escena en la Casa de los Gritos, a partir de la cual la película se desploma.

Conclusión: Indudablemente es esta tercera entrega lo mejor que hemos visto hasta ahora en el universo de Harry Potter, en la que hemos podido presenciar una profunda humanización del protagonista, que deja de ser un irritante niño al que todo sale bien, para convertirse en un púber confuso y asustado que echa demasiado de menos a sus progenitores. Mike Newell (Donnie Brasco) dirigirá la cuarta entrega, El Cáliz de Fuego, que se estrenará a finales de 2005. Veremos que depara el futuro.
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