Hope Arts: Críticas

Críticas, reseñas y opiniones.

Mi foto
Nombre:
Lugar: Cantabria, Spain

sábado, septiembre 24, 2005

Spider-Man 2

SPIDER-MAN 2 (EEUU, 2004, Acción – Drama.)
Dirección:
Sam Raimi.
Guión: Alvin Sargent, Michael Chabon.
Reparto: Tobey Maguire, Kirsten Dunst, Alfred Molina, James Franco, Elizabeth Banks, Rosemary Harris, Dylan Baker.
Música: Danny Elfman.

Valoración: 8/10

Un bar. Los camareros se mueven tranquilamente entre las mesas, sirviendo y recogiendo vasos y tazas con experimentada maestría. Los clientes apuran su bebida saboreando un fugaz momento de paz entre el voraz ajetreo de la jornada. En una de las mesas cercana al escaparate, una joven pareja conversa apasionadamente sin que el sonido de las conversaciones, del tintineante entrechocar de los recipientes para bebidas, del tráfico que circula al otro lado del cristal, les distraiga el uno del otro. Llegado un momento, la joven se inclina buscando un beso que nunca llegará, ya que rompiendo ese instante cotidiano, habitual, un coche atraviesa con violencia el fino cristal de la ventana.

Ya desde el conocido trailer, Sam Raimi muestra sin rubor sus intenciones. Para el universo arácnido creado por el realizador americano, ésta bien podría ser la escena definitoria de la orientación que ha deseado conferir a su héroe. Lejos de tapaderas cobardes Raimi enseña desde el comienzo lo que se va a visionar: una película llena de efectos especiales, acción trepidante y malignos enemigos, sí, pero además un profundo análisis del superhéroe y de las vicisitudes por las que atraviesa, sumido en un conflicto entre sus dos identidades: la humana y la heroica.

Raimi recoge al público tras un descanso de dos años para continuar la historia que dejó abierta con el final de la primera parte. Obviando presentaciones (salvo los magníficos créditos obra del genial Alex Ross), se sumerge sin demora en la historia, dotando a la película de su evidente naturaleza de secuela. Desde el comienzo aborda la trama con un Peter Parker agobiado por su alter ego, que no hace más que complicarle la vida a su aspecto humano. Parker empieza a preguntarse los motivos que le impulsan a vestir la máscara cuando su esfuerzo queda siempre sin recompensa, es vapuleado continuamente por los medios, pierde su trabajo, se retrasa en sus estudios, es más pobre que las ratas, se aleja irremediablemente de la mujer a la que ama y en definitiva, es derrotado continuamente por los avatares de una vida que es incapaz de controlar.

Sin embargo, aparte de motivaciones psicológicas y dramas internos, Spider-man 2 es eminentemente una película de acción, plagada de escenas que discurren al veloz ritmo con el que el carismático “arácnido” se desplaza por las alturas de la ciudad de Nueva York. El vigilante, dejando de lado dantescos duendes verdosos, se enfrenta esta vez a un otrora bondadoso y respetado científico convertido por atroces circunstancias en un malvado Doctor Octopus, sumido en una locura causada por las mecánicas extremidades que controla y por las que es, desgraciadamente, controlado.

Obviamente son estas escenas de combate, junto con la fama del icónico protagonista, el mayor tirón comercial de la película que, gracias a su enorme efectismo visual, es capaz de captar de manera contundente la atención del espectador. Sin embargo Raimi, desde su condición de fan, no ha querido olvidar a los seguidores del cómic y profundiza en la personalidad indecisa de Parker situando escenas entre la acción en las que el joven intenta tomar una decisión que tiene una sola y clara respuesta. Como ya se vio en el trailer, Parker elige ser él mismo olvidando a Spider-man. Peter Parker quiere volver a ser sólo un humano normal y tomar las riendas de su vida.

Pero desde su punto de partida la decisión es errónea y Peter deberá asumir la responsabilidad que conlleva su magnífico don, y no ignorarlo como ya hizo tiempo atrás con fatales consecuencias. Este conflicto es el motor de la película: la decisión que deberá tomar Peter Parker le llevará a dejar de lado su egoísmo (ligado de forma permanente al ser humano) y usar su don para beneficio de los demás, o a olvidar el héroe que un día fue y llevar de nuevo una vida normal.

Raimi lleva con pulso firme el timón de la película en una magnífica combinación de escenas de acción salvaje y pausadas conversaciones, creando eso sí, duras alteraciones en el ritmo del filme que pueden (y deben) ser perdonadas. En cambio contrasta este buen hacer con momentos que, sin negar su efectivo tono cómico, no acaban de encajar con la atmósfera que se persigue, como los “minutos musicales” de Peter camino a la universidad sin sus gafas de concha, el canturreo en plena calle de la conocida melodía de la serie televisiva, el surrealista descenso en el lujoso montacargas o la huída final de Mary Jane que habrá provocado la nostálgica envidia de la encasillada Julia Roberts. Desde algún punto de vista puede contemplarse como un intento de definir la naturaleza de Parker en su vertiente más humana, pero partes del guión como la sub trama de la vecina o la súbita relación de MJ con el astronauta no acaban de encajar en el conjunto.

Tobey Maguire se vuelve a meter en las mallas del trepamuros después de haber participado en la nominadísima Seabiscuit. Aunque parece que el joven parece abocado a interpretar eternamente papeles de adolescente confuso, se ha ganado a pulso el que ya nadie imagine otra cara para dar vida al hombre araña. Fieles escuderos del protagonista son sus acompañantes de cartel, liderados por la veterana (a pesar de su juventud) Kirsten Dunst, la convincente versatilidad de Alfred Molina y James Franco, enemigo humano pero temible del protagonista.

Danny Elfman se ha convertido gracias a su insistencia en el compositor por excelencia de música de superhéroes. Comenzó con el Batman de su inseparable Tim Burton, y tras la música de la primera parte de Spider-man se atrevió con una valiente mezcla de melodías arábigas para Hulk. Sin embargo Elfman no aporta nada nuevo al score de la franquicia y repite temas marcados por su estilo propio claramente definido por la fuerza sonora, acompañamiento ideal para la acción.

O.K.: -La evidente admiración que siente Raimi por el personaje.
-La buena labor de la dirección, que sobresale en las escenas de acción.
-Los créditos iniciales, una nueva obra de arte del maestro Alex Ross.
-Los magníficos efectos especiales, que transportan al público entre los rascacielos de Nueva York al mismo ritmo que el protagonista.
-Que aborde desde lo cotidiano una historia que asciende hasta lo heroico.
-El motor de la historia, que no es otro que la incertidumbre de un personaje humano abrumado por la responsabilidad que ha adquirido.
-La épica palpable en momentos puntuales del metraje. (Las anónimas manos salvadoras en el tren, con el héroe convertido en víctima).
-El buen trabajo de un reparto consolidado, incuestionable ya en sus papeles.
-Que represente la auténtica esencia que debería estar presente en toda película del género.

K.O.: -La brusquedad con la que comienzan algunas escenas.
-Que parte de la historia parezca no venir a cuento y que amenace, según como se mire, con romper la atmósfera.

Conclusión: Excelente secuela que contentará a los seguidores del personaje y que no decepcionará por su espectacularidad a los paganos. Buen análisis de la figura del superhéroe que además entretiene y emociona. Una vez más Raimi ha sabido crear un Spider-man que atrapa al público en sus, cada vez más millonarias, redes.
Lée esta y otras críticas en Zona Negativa.