Hope Arts: Críticas

Críticas, reseñas y opiniones.

Mi foto
Nombre:
Lugar: Cantabria, Spain

lunes, septiembre 12, 2005

El Castigador

EL CASTIGADOR (THE PUNISHER, EEUU – Alemania 2004, Acción)
Dirección y Guión :
Jonathan Hensleigh
Reparto: Thomas Jane, Rebecca Romjn, John Travolta, Laura Elena Harring, Samantha Mathis, Willa Patton.
Música: Carlo Siliotto.

Valoración: 5/10

Recuerda uno al ver el Castigador, aquellas películas de los años 70 y 80 en las que Charles Bronson, encarnando siempre a un heroico policía retirado, volvía al barrio donde había vivido una tranquila infancia para verlo convertido en un territorio de bandas de delincuentes, policías acomodados y vecinos llenos de miedo. Era entonces cuando Bronson volvía a abrir la caja donde reposaba su vieja arma reglamentaria, recuerdo de tiempos mejores, y convertía la violencia en un método para aplicar su propia justicia.

Salía Charlie a la calle con su rostro impertérrito y comenzaba a vaciar cargadores contra todo aquello que tuviera pinta de malhechor, soltaba un par de frases que dejaban bien claro su poca predisposición a que le tocaran más las narices y expulsaba por fin a todos los sinvergüenzas de un barrio lleno de gente honrada. Era en ese momento precedente al final cuando, lejos ya de medidas anti constitucionales, se nos develaba la verdadera naturaleza del personaje: un hombre que ha hecho de la venganza un motivo para vivir, un sentido para su existencia que es incapaz de abandonar.

Dicen que la destrucción de los rebeldes llegará el día en que consigan aquello por lo que luchan, y lo mismo pasa con los vengadores. Es la venganza el único motivo que llena su vida, encerrándolo en un círculo de eterna violencia como única solución al vacío vital en el que le ha sumido la pérdida de sus seres más queridos. Es la destrucción de sus enemigos la única excusa que evita su propia ansia auto destructiva causada por unos remordimientos de culpabilidad: El propio vengador es su peor enemigo, y la venganza una droga que no puede abandonar. ¿Pero qué pasa cuando ya no queda nadie de quien vengarse? ¿Qué sucede cuando ha alcanzado su objetivo? Lo que ocurre es que después de la venganza, llega el castigo.

¿Qué diferencia entonces al Castigador del resto de personajes con las mismas motivaciones? Pues nada más y nada menos que Castle es (o al menos se supone) un superhéroe. Desde que Richard Donner (Arma Letal, Timeline) dirigiera la adaptación a la gran pantalla de un auténtico icono como es Superman, muchas han sido las producciones basadas en cómics. Tras el gran bajón de calidad que supuso la avalancha de imitadores de la obra de Donner, de las cuales muchas acabaron apareciendo directamente en VHS, Tim Burton recuperó por la puerta grande el género con dos grandes películas dedicadas a un personaje tan atractivo y conocido como Batman. Si bien las dos primeras se podrían calificar de excelentes, fueron seguidas por otras dos menos afortunadas, obra del genial (aunque irregular) Joel Schumacher (Tigerland, Última Llamada).

Ya más adelante, el sorprendente éxito de Blade de Stephen Norrington (LXG, sin comentarios), lanzó definitivamente a las productoras a subvencionar proyectos salidos de las viñetas. Además de contar con la presencia de personajes conocidos y seguidos por millones de potenciales espectadores, grandes nombres se vincularon a las películas, creando grandes obras tales como X Men de Brian Synger, Spiderman de Sam Raimi, Hulk de Ang Lee o la magnífica Camino a la Perdición de Sam Mendes (que demuestra que no sólo se adaptan superhéroes). La avalancha de este tipo de cintas ha provocado que los héroes del cómic no se tengan que resguardar en la acción o las aventuras, sino que ha creado un nuevo género superheroico de gran éxito comercial.

Sin embargo ante semejante saturación de este tipo de películas, cabe esperar que no todas alcancen la calidad de las apadrinadas por los virtuosos del celuloide, por lo que por cada buen trabajo que nos deleita, sale otro que hace que se nos lleven los demonios. Ahí están por ejemplo la Liga, Daredevil, Blueberry, o From Hell (buena ambientación creada por los Hughes, pero incomparable a la obra en papel de Moore y Campbell). No cabe duda que se corre un gran riesgo de crear una visión equivocada del venerado tebeo, pero se supone que los remordimientos por el trabajo mal hecho se acallan pronto cuando las productoras ven sus manos repletas de dólares.

De el Castigador se encarga Jonathan Hensleigh (Armaggeddon) y lo hace en un doble aspecto: como guionista experimentado y como director debutante. Hensleigh apoya su texto en la primera etapa de Garth Ennis a cargo del comic, rodeándolo de personajes cotidianos que ven alterada su vida por la llegada del vengador a su bloque de edificios. Sin embargo, al contrario que Ennis, el encargado del filme no explota la vertiente más violenta de Punisher, sino que crea una visión más blanda del personaje, potenciando una versión más carismática y cinematográfica del personaje. Tal vez para aquel que va al cine sin conocer previamente el cómic esta sea una interpretación más adecuada del personaje, pero para los fans del antihéroe supondrá una gran decepción el no contemplar a un Castigador más auténtico.

Para aquel que conozca el comic (y para el que no, lo mismo) el guión será además totalmente previsible. Durante la primera hora se nos presenta al personaje mediante una interpretación bastante libre de la clásica, para pasar en la siguiente hora a la consumación de la venganza. Hensleigh compone además a dos malos de folletín, y lo único destacable del texto es la trampa contra la esposa y el lugarteniente del capo que interpreta Travolta. El resto del guión o bebe de los momentos que ya mostró Ennis en su día o bien homenajea a las películas de acción de los 80.

La dirección no puede calificarse como menos que nostálgica. No se le puede reprochar su intento de recrear momentos en el recuerdo de todos o de intentar crear una ambientación en una época pasada, pero da la impresión de que la película hubiera sido rodada en los 80 y se hubiera distribuido en 2004. Hensleigh no arriesga en absoluto y dedica todos sus esfuerzos en componer un western urbano (sólo hace falta contemplar la escena del duelo en el edificio del dinero) al más puro estilo Harry el Sucio, pero sin llegar a la altura de la suela de los zapatos de Eastwood.

Las escenas de acción, base de la película, carecen de emoción y emanan un hálito de cotidianeidad (que no de realismo), como de andar por casa. Los personajes carecen de la profundidad necesaria para componer una película de este tipo, sobre todo si se quiere hacer dentro del estilo serie B que se ha elegido. Nada destacable en la dirección, que peca de excesiva cobardía y de no haber sido capaz de encontrar el tono adecuado para la película: los momentos en los que intenta despertar la risa fácil tal vez hubieran servido para otra pero no para una adaptación de un personaje tan sombrío como Castle.

Ahogándose en este mar de parodia encontramos a un reparto con cuatro nombres de relumbrón de los que sólo la pareja de villanos es capaz de nadar sobre la superficie de un agua demasiado espesa para Jane y Romjn. Thomas Jane (Deep Blue Sea) acapara todo el protagonismo dando vida al Castigador. Jane intenta crear de la nada un personaje digno, sin darse cuenta del ambiente retro que le rodea, y que aboca su interpretación al fracaso a pesar de sus loables esfuerzos. De Romjn nada se puede sacar y parece que dio su mejor cara en la Femme Fatale de De Palma. Aquí prescinde levemente de su belleza para dar vida a una camarera que se perfila desde su primera aparición como posible pareja romántica del protagonista, sin llegar a ofrecer nada más.

Así que es el reverso tenebroso el que mejor papel hace ya que, tanto como Travolta como Laura Elena Harring (la chica de Mulholland Drive que no es Naomi Watts), se percatan de la orientación de la historia y se esfuerzan por mostrar la cara más irrisoria de sus roles. Ambos se sienten cómodos dando vida a dos malos de manual, por lo que es una lástima que las escenas más cómicas no caigan en ellos, sino en el protagonista, lo que termina por destrozar la película.

Carlo Siliotto se encarga de una partitura que se puede analizar desde dos puntos de vista: o le han encargado expresamente que componga una música así, o el tío es realmente malo. En cualquier caso la música es patética, y el score no pasa de una versión dañada (destrozada) de la banda sonora de La Roca. El disco se tiene que apoyar en canciones de rock para hacerle mínimamente vendible. No se comprende otro motivo, ya que ninguna de ellas aparece en la película.

O.K: -El entretenimiento que ofrece.
-La presencia de nombres de peso en el reparto.
-La escena final, único momento en el que podemos contemplar a un Punisher más auténtico.
-El plan, única sorpresa en un guión plano.
-La pelea contra el Ruso.

K.O: -La cobardía de la dirección, correcta, pero que no aporta nada.
-El tono global de la película, inadecuado para el personaje.
-El excesivo toque retro.
-La banda sonora.
-Que en ningún instante se note el más mínimo aprecio por parte de Hensleigh hacia el personaje.
-La multitud de escenas cómicas (la cancioncita del asesino a sueldo en el bar aspira a ser el nuevo éxito del verano).
-Que amenace en su última escena con una secuela. (No negociamos con terroristas).

Conclusión: El Castigador es una película prescindible, que no aporta nada bueno al fan y que sólo supone un leve entretenimiento para el neófito, que no tiene que sufrir viendo la forma en que destrozan a un personaje venerado. Es además una nueva razón para aquellos que se muestran en contra de las adaptaciones de héroes de cómic a la gran pantalla. Hay aún mucha gente que piensa que los cómics no son más que historias sobre tíos duros en mallas y chicas con cuerpos de escándalo, y películas como esta no contribuyen en absoluto a que cambie su opinión.

Sin embargo el género sigue creciendo y promete la llegada de muchas obras salidas directamente de la viñeta: Hellboy está pendiente de estrenar en España, Catwoman llegará el 8 de Agosto, en Noviembre Pixar mostrará su propia visión del género en The Incredibles, Kevin Smith prepara Green Hornet, Rob Bowman se ha hecho cargo de Elektra, Darren Aronofsky se ha comprometido con Watchmen, y en 2005 Sin City (Robert Rodríguez, Frank Miller, Quentin Tarantino) y Batman Begins (Christopher Nolan), ambas con repartos plagados de estrellas. Y por si fuera poco a la vuelta de la esquina tenemos el estreno de la secuela de Spiderman.

Tal vez una visión más siniestra y oscura habría dado a la película más profundidad y un ambiente más adecuado para que el personaje desarrollara su verdadera naturaleza, pero con películas como esta uno tiene la impresión de que ha llegado el momento en que los vengadores se deshagan de sus armas y salgan de la ciudad, alejándose hacia un horizonte olvidado reservado para las leyendas.
Lée esta y otras reseٌñas en Zona Negativa.